Tras su llegada a España este miércoles con su nieta Ana Sandra en brazos, Ana Obregón ha salido por fin de su casa y, con una inmensa sonrisa, ha detenido su vehículo a las puertas de la urbanización en la que reside en La Moraleja para atender a la prensa y revelar cómo se encuentra tras haber cumplido un sueño.