París queda muy lejos de Bombay, pero Madame Trierweiller no puede escapar del escándalo, aunque ella quiere dejar claro que el compromiso humanitario le viene de lejos. "Vine por primera vez a la India como periodista, luego como primera dama y ahora me pueden calificar como deseen", ha dicho con la mejor de sus sonrisas. La ex de Hollande luce buen aspecto. Confiesa "no saber cómo encarar su nueva vida, aunque la imagina buena", por eso pide que "no se preocupen por mí, estoy bien".