Adolfo Díez salía del hotel, tímido, sin hablar con la prensa y asumiendo un segundo plano tras la Duquesa. La boda ha tenido pocos invitados por la alfombra roja. A las puertas del Palacio de las Dueñas el público apiñado empezaba a desesperar. Llegaba el hermano mayor de la Hermandad del Cristo de los Gitanos, los diseñadores Victorio y Lucchino pero el más esperado era el novio que llegaba junto a Carmen Tello, la madrina, vestida de rojo intenso con mantilla y guantes blancos.