De forma categórica, Carme Forcadell se sitúa lejos de cualquier estrategia independentista. Su papel era otro, dice. Con el reglamento del Parlament como único acompañamiento en la mesa, la que fuera presidenta del Parlamento catalán elude haber tenido responsabilidad final alguna de lo que pasaba dentro de ese hemiciclo y califica la Declaración Unilateral de Independencia como una resolución política más. Arrancaba la jornada el líder de Òmnium Cultural por aquel 20 de septiembre frente a la Consejería de Economía, cuando la comitiva judicial no pudo ni salir a comer. Defiende que hubo libertad de movimiento.