En la cesta de la compra comprobamos cada día cómo ha subido todo. En el último año, la alimentación se ha ido encareciendo, cada mes más, hasta llegar en octubre a la cota histórica del 15,4%. Si ponemos el foco en algunos productos la subida es todavía mayor. El azúcar se ha disparado casi un 43%, las legumbres y hortalizas cuestan un 25% más, al igual que los huevos y la leche; y la carne de ave un 18%. La alimentación sigue pagando las subidas de los combustibles o la electricidad de meses anteriores y no consigue moderarse. La factura energética va a la baja, pero no lo suficiente para unos bolsillos exhaustos. Pese a todo, el IPC ha conseguido recortar 1,6 puntos en octubre.