La buena noticia es la cantidad. La mala noticia sigue siendo la calidad, la falta de calidad del empleo. La temporalidad es tal, que 4 de cada 10 contratos tiene una duración inferior a un mes. Estamos en un mercado tan precario que lo que se conoce como rotación de contratos, cuántos contratos son necesarios para pasar el año trabajando, ha saltado de los 3 antes de la crisis a los casi 6 a día de hoy. 5,6 contratos para poder pasar el año empleado. De hecho, la temporalidad, la precariedad, se está extendiendo a sectores que eran antes signo de estabilidad: maestros y médicos. El fin del verano ha supuesto el despido de 38.000 sanitarios y enfermeros que han servido de refuerzo a hospitales. En el otro lado, el comienzo de curso ha supuesto la contratación en octubre de 148.000 profesores que fueron despedidos en verano.