La proliferación de viviendas de uso turístico ha sacado a mucha gente a la calle para protestar por una saturación que encarece los alquileres y cambia el modo de vida en los barrios. Los ayuntamientos se han puesto manos a la obra y son varios los que están platentado medidas para frenar este fenómeno. Pero los expertos insisten en que sin una legislación nacional será muy dífícil pinchar la burbuja de los precios del alquiler.