Aunque el Congreso ha dado el visto bueno al decreto que liberaliza la estiba, los trabajadores del sector no se rinden. Al grito de "ni un paso atrás", han decidido que siguen con su intención de ir a la huelga a partir del día 24 como medida de presión para lograr que en las negociaciones con la patronal se garantice la continuidad de los más de 6.000 empleos.