En pleno boom inmobiliario, básicamente el único requisito imprescindible para que te concedieran una hipoteca era pedirla. Una práctica que permitió a gente sin solvencia adquirir una vivienda a través de un préstamo. Es la filosofía de la querella que han presentado dos accionistas de Bankia contra la antigua Caja Madrid. El juez de la Audiencia Nacional que la ha admitido a trámite asegura en su auto que los inmuebles hipotecados se valoraban sistemáticamente por encima del precio de los mismos.