Al calor del pasado verano, el precio de la vivienda subió un 4,5 por ciento más que el año anterior. No se producía una subida similar desde el 2007, cuando pinchó la burbuja inmobiliaria. Subió en todas las comunidades pero se disparó especialmente en Baleares, Madrid y Cataluña. Sobre todo en el mercado de segunda mano. El precio sube porque desde el pasado 2009 no se compraban y vendían tantas viviendas, un 16 por ciento más que el año pasado. El sector inmobiliario se recupera encadenando un año y medio de continuas subidas de precios.