Temían que se plantease una rebaja salarial, pero la propuesta de la patronal ha ido más allá: cobrar una parte del sueldo en conservas. Un salario mínimo de 648 euros y el resto en latas. Una medida que, según las trabajadoras, supondría volver a la época franquista. Por eso los sindicatos han puesto el grito en el cielo. Las nóminas se verían reducidas en casi un 30%. La patronal conservera asegura que el pago en especie es legal y que encualquier caso sería una medida voluntaria para los trabajadores. 18.000 trabajadores del sector detoda España están pendientes de la firma de un convenio que empieza a negociarse a finales de este mes.