Tras un mes interminable de tira y afloja, anoche Grecia recibía un soplo de aire. Cuatro meses de prórroga del rescate con condiciones que llevan el sello alemán. No habrá pagos si el programa de Grecia no se concluye con éxito", aseguraba el ministro de Finanzas alemán . Un pacto que satisface a los socios, pero que hace oídos sordos a la mayor parte de las demandas griegas. "Es un acuerdo positivo", aseguraba el ministro de Economía español, Luis De Guindos. "Las autoridades se han comprometido"-decía Djisselbloem- "a no llevar a cabo ninguna acción unilateral que pueda hacer descarrilar la estabilidad financiera".