Las cuentas de Bankia estaban mal hechas. Las que realizó Rodrigo Rato pero también las que reformuló el nuevo presidente, José Ignacio Goirigolzarri. Según un informe de los peritos del Banco de España, las cifras no reflejaban "la imagen fiel" de la entidad porque había ajustes no contabilizados. Bankia, según el regulador, ya salió a bolsa en verano de 2011 con las cuentas maquilladas que el auditor no denunció.