Varias mariscadoras gallegas han vuelto hoy a desenterrar el molusco después de un parón de dos semanas. Varias afirman que están ansiosas por volver a trabajar. "Con más fuerzas y con un ansia que no sabes tú bien", explica una de ellas. Pero atrás dejan 15 días sin trabajar por la presencia de la toxina y mucho dinero que no podrán recuperar. "Nosotras perdemos cada día que no venimos a trabajar una media de 85, 90, 95 euros", lamenta una de las trabajadoras del sector.