Los agricultores se lamentan de su suerte. Aseguran que vienen de un año duro con bajadas de precios que ahora se han agravado por el veto ruso. "Entre un 25 y un 40% ha habido de descenso de precios de una semana a otra", apunta un agricultor en Zaragoza. "Esto es el hundimiento total", asegura otro trabajador. Denuncian el abuso de los intermediarios en esta situación. Con sus cosechas sin recoger o almacenadas, por falta de comprador, su capacidad de maniobra es muy limitada. "La crisis rusa se ha convertido en una nueva oportunidad para que la distribución nos baje los precios en origen" lamenta Agustín Rodríguez, secretario general de UPA Andalucía.