Un barco en lugar de un hotel. Es la nueva moda para alojarse en Barcelona. Y resulta más económico que un hotel en primera línea de playa. Algunas webs ofrecen unas idílicas vacaciones a turistas, aunque en algunos casos son alquileres ilegales. Como están siempre amarrados, no se les vigila. En el puerto de Barcelona unos 40 barcos son alquilados a turistas de forma ilegal. La inexperiencia marítima de los inquilinos genera problemas de seguridad. La Guardia Urbana y los inspectores de Hacienda han comenzado ya a controlar estos barcos.