Las últimas horas han sido un infierno para Francisco López y sus cuatro trabajadores. Vendían a Rusia la mitad de su producción de tomate y ahora el veto de Putin a las exportaciones de alimentos europeos puede dar un duro golpe a su negocio. “El miedo es grande”, explica este agricultor. La preocupación se extiende más allá de este campo de cultivo y existe la misma inquietud en el levante español. Asimismo, a semanas de que comience la temporada de recolección de los cítricos piden soluciones al gobierno, ya que “va a ser algo inasumible”, afirma el agricultor, José Carlos Martínez.