Si invierte sus ahorros en una, solo pagará el 1 por ciento de los beneficios. Solo cuando recupere su inversión, tributará por todo lo que ha ganado. La fiscalidad es la misma que la de los fondos de inversión, más conocidos y con menos mala prensa. ¿Cuál es el problema entonces? “Si la Sicav es un solo señor, este hace todo lo que quiere y entonces no está justificado para pagar solo el 1 por ciento”, explica Francisco de la Torre, inspector de Hacienda.