Los trabajadores civiles de la base de Morón de la Frontera piden más empleos después de que Estados Unidos haya dicho que quiere aumentar su presencia militar allí un 50%. En tres años, la plantilla de la base se ha recortado a la mitad y temen más despidos cuando lo que hacen falta son más puestos porque los 350 trabajadores están haciendo 9.000 horas extra al año.