Los salarios bajan un 3,5%. Según el Instituto Nacional Estadística, las familias pudieron depositar en la hucha de ahorros un 9,1% de sus ingresos. Además de bajar sus rentas del trabajo también se reducen otros ingresos financieros. El consumo tampoco levanta cabeza y cae un 0,4%. Las familias ya ahorran los suficiente para financiar sus inversiones. También mejora la financiación de la economía. Las exportaciones siguen tirando, se reducen las importaciones y la financiación alcanza el 2,3 % del PIB, el doble que el año pasado.