Los ecologistas recelan de la efectividad de la medida y del ministro, con intereses en el sector. El bunkering es una práctica habitual en los puertos. Se trata de barcos que abastecen de fuel a los que están de paso. En el Estrecho se da la particularidad de que, como no hay espacio en tierra, el fuel se almacena en buques que fondean en la Bahía. Cargan hasta 300.000 toneladas de combustible. El Gobierno quiere ampararse en la protección ambiental de la zona para sancionar esta práctica. Los ecologistas lo ven difícil porque es complicado justificar el daño. También recelan del ministro Arias Cañete, que ha dirigido una de estas empresas.