Bruselas nos da, pero también nos pide. Afloja la cuerda con el déficit. Nos deja dos décimas más de margen para este año. En lugar del 6,3 por ciento, permite que acabemos en el 6,5 por ciento. Así, habrá que recortar 2 mil millones de euros menos. Hasta aquí la condescendencia de la Comisión Europea, porque en el tema de las recomendaciones sigue insistiendo en lo mismo: que se acelere la reforma de las pensiones. Bruselas quiere que se tenga en cuenta la esperanza de vida para que sean sostenibles.