En la última convocatoria, el 1 de septiembre, comienza el terremoto. Varias jugadoras piden la destitución de Jorge Vilda, aunque después, en público, lo niegan. Ayer por la tarde, 15 internacionales envían un correo electrónico a la Federación, el mismo y a la misma hora. Aseguran que la situación les está afectando a su estado emocional y a su salud y que, por este motivo, renuncian a ser convocadas. En la lista hay seis jugadoras del Barça, pero no están la capitana, Irene Paredes, no Alexia Putellas, actual Balón de Oro y lesionada de gravedad; tampoco las jugadoras del Real Madrid. La reacción por parte de la Federación no se hace esperar y es contundente. Afirman que no van a permitir ningún tipo de presión. Recuerdan que no acudir a la selección es una infracción muy grave que puede acarrear sanciones muy duras, y anuncian que las jugadoras únicamente regresarán si asumen su error y piden perdón.