El jugador del Everton Wayne Rooney se ha declarado culpable en el juicio por conducir bajo los efectos del alcohol el pasado 1 de septiembre. El excapitán de la selección inglesa de fútbol ha tenido que acudir a unos juzgados cerca de Manchester, donde ha asumido los cargos y se ha disculpado por su "imperdonable pérdida de juicio". En el momento de la denuncia, el futbolista triplicaba la tasa de alcohol permitida. El mayor goleador en la historia de Inglaterra y del Manchester United tendrá que cumplir la condena de dos años sin poder conducir y 100 horas de trabajos sociales. Además, su equipo le ha sancionado con dos semanas de suspensión de sueldo, lo que asciende a más de 300.000 euros.