Se le acusa de cuatro delitos fiscales que en total suman 14,7 millones de euros de impuestos no abonados. Ronaldo tiene la conciencia tranquila, pero según el escrito del fiscal, simuló ceder sus derechos de imagen a una sociedad domiciliada en las Islas Vírgenes de la que era socio único "con la intención de obtener un beneficio fiscal ilícito en España.