Lo que hay entre Sergio Ramos y Gerard Piqué no es exactamente rivalidad. Más bien un intercambio constante de abrazos y ''chinitas''. Sergio llegaba a la concentración ya recuperado de sus problemas de salud.El festivo propició un gran ambiente en la ciudad del fútbol en el primer entrenamiento de la Roja. Incluidos espontáneos en busca de autógrafos, fotos o camisetas.Mientras tanto, en Barcelona, el ex seleccionador Vicente del Bosque ve señales positivas en la Roja, incluido el cambio en el banquillo.