La estación de esquí de Gudauri, en Georgia, ha acogido el campeonato de una singular prueba de deportes de invierno. Los participantes, ataviados con simpáticas indumentarias, tenían que realizar unos descensos con esquíes o tablas de snowboard que terminaban en un chapuzón en una piscina de gélidas aguas. Las zambullidas, solo de verlas, ponen la piel de gallina. Sin duda una prueba para algo más que valientes.