Este domingo, Neymar cambió las botas de fútbol por una práctica mucho más psicológica: el póker. El delantero del Barcelona participó en un torneo de póker en Brasil, organizado en Sao Paulo, con fines solidarios. Los fondos recaudados serán destinados a poner en marcha proyectos sociales para niños y adolescentes. Tras la experiencia frente al tapete, Neymar ha reconocido que aún le queda mucho por aprender en el póker.