Después de 9 meses en coma tras un brutal accidente en el Gran Premio de Japón del año pasado, el piloto de fórmula 1 Jules Bianchi, de 25 años, falleció el pasado viernes a causa de las lesiones cerebrales sufridas. En su ciudad natal, Niza, se ha celebrado esta mañana un funeral para despedir al joven piloto francés. Un acto religioso al que han acudido sus familiares y algunos compañeros de profesión como Romain Grosjean.