Pese haber sido el perdedor en el llamado combate del siglo ha sido recibido como a un vencedor. Las calles de Manila recibían así a Manny Pacquiao a su llegada a Filipinas tras la derrota contra el boxeador americano Floyd Mayweather. El llamado Puño de la nación vuelve convertido en ídolo y orgullo de su país. Sus fans le apoyaban de esta manera: "El ya ha hecho su trabajo. Para nosotros, ya es un héroe". Cientos de personas se acercaron para poder acompañar al boxeador filipino en su recorrido por el distrito financiero de Makati.