Un entrenador ruso se comportó de forma lamentable durante un partido de alevines entre el Lokomotiv de Moscú y el Brateevo. El técnico propinó una patada a uno de sus jugadores cuando éste se le acercó para escuchar las instrucciones. El golpe hizo saltar el joven por los aires ante la estupefacta mirada de jugadores y público presente.