Arda Turán ha recibido una simple amonestación tras el lanzamiento de su bota al linier en el partido de Copa ante el FC Barcelona. Competición no juzgará de oficio al jugador rojiblanco, y el turco tan sólo se queda con la amarilla que le puso el colegiado. Esta mañana el jugador no ha querido decir nada, ni pedir disculpas por el incidente que ha dado la vuelta al mundo.