"Es mucha presión estar acá pero estoy preparado para afrontar todo esto" dijo el máximo goleador del mundial de Brasil, que vestirá la camiseta del equipo merengue con el número 10, un número especial que había permanecido reservado desde la marcha de Özil, pero el futbolista aseguró que por estar en el Madrid "puedo jugar hasta con el número 100". El futbolista, que comunicó a los periodistas que no olvidará su llegada al estadio y que lo recordará como algo único en su vida, expresó que no le gusta perder y que el Real Madrid "es el club ideal para estar siempre ganando".