Aquellos esquiadores que deciden hacer esquí fuera de pista dicen que es por la libertad, por la experiencia y por huir de las multitudes. Pero esquiar fuera de pista es peligroso, especialmente si las condiciones meteorológicas no son buenas. Hay riesgo de aludes, y las máquinas no han pisado la nieve. Es posible encontrar placas de hielo o rocas que no se distinguen fácilmente.