Sobre el terreno de juego partido entre el Sao Paulo y el Corinthians y en las gradas los hinchas de ambos equipos enzarzados en una auténtica batalla campal con la policía que no dudaron en usar sus porras para dispersar a los aficionados del Sao Paulo. Al parecer, intentaron ocupar las gradas de los hinchas del equipo rival. Enfrentamientos que duraron hasta el final del encuentro y el autobús de los seguidores del Sao Paulo, acabó detrozado. También la violencia se trasladó a las afueras del estadio de Brasilia. El resultado del partido en el Estadio Morumbí fue de empate a 0 y la violenta jornada acabó con más de 20 detenidos.