40 años después de la mayor tragedia vivida en unos JJ.OO, Munich rinde homenaje a los deportistas israelíes asesinados en 1972. El comando terrorista palestino Septiembre Negro exigía la liberación de 234 presos palestinos de cárceles israelíes. Ante la negativa, el grupo armado acabó con la vida de 11 deportistas y un policía alemán. Con esta ofrenda floral ha dado comienzo la ceremonia a la que han asistido los supervivientes de la masacre. Un emotivo acto con un claro objetivo: olvidar el terror y tener la esperanza de un futuro en el que no vivir con miedo. Un trágico día que marcó la historia de Alemania y la del Olimpismo.