Es el tercer trofeo de la era Mourinho. Iker Casillas levanta la Supercopa de España después de un partido extraordinario del Real Madrid frente a todo un Barcelona. Con la victoria, por dos goles a uno, los blancos dan un paso más para acabar con la hegemonía blaugrana. Ya nadie se acuerda de su mal inicio liguero. Cientos de aficionados acudieron a la Cibeles, en Madrid, para celebrar el título de su equipo. Los madridistas estuvieron cantando y animando hasta bien entrada la madrugada, cuando la Policía se vio obligada a desalojar la zona.