La Copa del Rey no es lugar para la política. Llamada a la reflexión de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, después de que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, haya pedido que, en caso de pitadas contra el himno y el Príncipe, se suspenda la final del viernes en Madrid y se celebre a puerta cerrada en otro sitio. Desde varias formaciones nacionalistas habían animado a los aficionados del Athletic y del Barça que acudan al Vicente Calderón con banderas de Cataluña y del País Vasco.