Los libios quieren ver con sus propios ojos que Gadafi ha muerto. Su cadáver permanece expuesto en una cámara frigorífica en la ciudad de Misrata.

Mientras sus seguidores reclaman el cuerpo para enterrarlo en su ciudad natal, el Consejo Nacional de Transición ha decidido darle sepultura en un lugar secreto para evitar el peregrinaje sobre su tumba.