La plantilla del Barcelona en su llegada a Washington y con Pep Guardiola a la cabeza ha intentado entrenarse en una gran explanada situada entre la Casa Blanca y el Obelisco. Pero un miembro de la seguridad de la zona les ha comunicado que estaba prohibido hacer ejercicio ahí. Al final el equipo ha tenido que abandonar la zona y se ha visto obligado a volverse al hotel y ejercitarse en el gimnasio.