La Fiscalía de Barcelona investiga dos posibles delitos de fraude fiscal.

Con los ingresos fiscales en caída libre, la inspección se afana en detectar posibles casos de fraude.

Se acaba de conocer que entre 2005 y 2006, el ex piloto de motociclismo, Sete Gibernau, estafó supuestamente un total de 2,8 millones de euros al decarar su domicilio fiscal en Suiza, cuando en realidad residía en la localidad barcelonesa de Esplugues de Llobregat.