Después de las palabras de Iker Casillas como capitán del equipo, los seguidores del Real Madrid pedían que hablara Mourinho. Sin embargo, el técnico portugués no estaba dispuesto a levantarse el silencio autoimpuesto tras la sanción de la UEFA por sus declaraciones después del partido contra el Barça en la ida de las semifinales de la Champions. Mourinho se dirigió a Karanka, con una sonrisa en la cara, para que se dirigiera a la afición. Pero el segundo entrenador del Madrid no cedió y finalmente 'Mou' habló.