Hao Yu es un niño que rompe estadísticas. No se pasa cinco horas pegado al móvil, sino que las pasa con un libro en la mano. Su madre dice que esta pasión por la lectura no es genética. Le ve desde la acera de enfrente, desde el bar que regentan. En la librería le han recibido con los brazos abiertos y en su sillón favorito devora los libros. Es curioso porque los niños que más leen son los de la edad de Hao, entre los 10 y 14 años leen un 80%. El niño chino lector bien podría ser el personaje de una de las novelas que lee.