En La Villa de Quel se reparte pan y queso a puñados, y es que es una tradición desde que en el pueblo se produjeren muertes por enfermedad. Eran cincuenta y pico habitantes y se quedaron en 17 personas. Para coger el ansiado botín, empujones, codazos y cualquier artimaña es buena para llevarse algo a la boca. Pero no se equivoquen, el festín es para todos, nadie se queda sin nada.