Un tribunal de Burdeos ha condenado a una bloguera francesa a pagar 1.500 euros a un restaurante por publicar una crítica negativa sobre el establecimiento en su blog. La pizzeria vincula la "baja afluencia" de clientes a los comentarios de la bloguera, aunque la autora asegura que el artículo apenas sumana medio millar de visitas. La bloguera también deberá pagar los 1.000 euros de costes del proceso judicial. Este caso ha reabierto el debate sobre lo sencillo que es difamar en Internet. Los restaurantes reconocen que es muy difícil que no influyan esos comentarios en contra de su servicio e insisten en la importancia de que casi siempre son anónimos y sin fundamento.