15 años le estuvo rondando a García Márquez ese Macondo imaginario. Una pequeña aldea de 20 casas de barro, que en realidad escondía su Aracataca natal. Su infancia con sus abuelos: el coronel Nicolás y la supersticiosa Tranquilina. Vivencias que plasmó en sus primeras obras, 'La Hojarasca' o 'El coronel no tiene quien le escriba'. Y pronto le llegó su gran éxito 'Cien años de soledad', obra cumbre de la literatura hispanoamericana. Una auténtica locura fue cómo se vivió en Colombia su Nobel de Literatura. Una ceremonia protocolaria que él rompió con ese traje de lino blanco típico del Caribe.