Detienen a dos personas en Barcelona que vendían cuadros falsificados. Aseguraban que procedían de una herencia y necesitaban venderlos aunque fuera muy por debajo del precio de mercado. Los detenidos son el administrador de una galería, quien falsificaba los cuadros, y un marchante que los vendía. Hay alrededor de veinte estafados, todos clientes con gran poder adquisitivo. Pagaban 6.000 euros por unas obras que, según creían, valían cinco veces más.