Ayer comenzó la tradicional lectura del Quijote con una gran ausencia. Fue la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, la encargada de iniciar esta lectura. Un puesto destinado, y previsto, para el premio Cervantes 2012, José Manuel Caballero. Pero a última hora se anunció su ausencia por encontrarse muy cansado. Tras Santamaría, por el estrado pasaron el ministro de Educación, el presidente de la Comunidad de Madrid y la alcaldesa madrileña. Es el principio de las 48 horas de lectura ininterrumpida del clásico cervantino que sirven como pistoletazo de salida al Día del Libro.