El dormitorio de un piso de la Castellana, Madrid. Es el dormitorio de Sofía, una prostituta de lujo. Su nuevo cliente descubre el misterioso nombre que ella tiene tatuado en una pierna: Diana. Él se presentó como Hugo, pero en realidad se llama Jano. Aparenta ser un educado hombre de negocios, un emprendedor moderno y cercano. El piso de Sofía se convertirá en el escenario de un perturbador juego donde se revelerán las personalidades que ambos ocultan, como capas de una compleja cebolla que se irán desgajando hasta llegar a su corazón. Y la clave del de Sofía se encuentra en desvelar quien es Diana y qué significa para ella.