Hace un día espléndido en los campos cercanos a París. Hélène asiste a la fiesta de inauguración de la nueva casa de su hermana Nathalie. Pero en dicha fiesta también está su exmarido, Castro, un presentador de televisión en horas bajas. A diferencia de Hélène, que se ha mantenido fiel a sus ideales de juventud, Castro ha evolucionado hacia el pesimismo y el cinismo. Cuando Nina, la hija de ambos, acude a la fiesta, la tensión acumulada empieza a ceder: corre el champán, vuelan los reproches, y mientras tanto, la fiesta sigue por todo lo alto.